Había una veeeeeeeeez....
una niña muuuuuuuuuuuy hermosa y buena.
Era rubia, de largos cabellos dorados,
muy delgadita, parecida a su mamá.
Tenía muchos juguetes hermosos,
de todos colores.
Muñecas, casitas, ollitas, planchas,
sillas, silloncitos,
mesas, platos, cubiertos, pocillitos, osos, conejos, tigres, monos.
Pero siempre le decía a su mamá:
___¡Estoy aburrida, mamita!
___¿ pero cómo te vas a aburrir con tantos juguetes ? __dijo su mami
___¡ Es que quiero jugar con alguien ! ¡estoy muy sola!
Entonces la mamá habló con la señorita de un jardín maternal y Stefania comenzó a ir, todas las tardes al jardín.
Allí tenía muuuuuuchas amigas y amigos.
Y aprendió a com- partir los juguetes, las galletitas, los caramelos...
Aprendió que NO SE COMPARTEN los tenedores, las cucharas, los vasos, las servilletas, el cepillo de dientes.
Aprendió que cuando hay hamacas, sube y bajas, calesitas, toboganes, les tocan un ratito a cada uno,
así TODOS DISFRUTAN.
así TODOS DISFRUTAN.
¿Y saben qué aprendió también?
a contar los cuentos que la señorita les cuenta cada día.
a contar los cuentos que la señorita les cuenta cada día.
Así que Stefi llega a su casa y mientras la mami hace la comida, ella le cuenta todo lo que les enseñaron en el jardín.
Y se entretiene mejor con sus juguetes.
¿ Tú también sabes hacerlo ?
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